Últimamente,
algunas fans están comentando que Tom se ve cansado, deprimido, incluso al lado
de Heidi. Sí, los paparazzi los muestran sonriendo, etcétera, pero no hay que
esperar mucho para ver imágenes en que Tom sí se ve descontento, con mirada
apagada, ojos irritados y ojeras.
Y también es cierto que eso no es nuevo, no
es desde que está con Heidi —más bien con Heidi a veces parece iluminarse, no
sé por qué razón exactamente— sino que viene de hace tiempo, incluso aún
estando de novio/esposo con Ria.
Para
entender lo que pasa, hay que remontarse atrás; voy a contarles una historia:
Tom
y Bill siempre tuvieron una conexión especial, desde pequeñitos. Con la
adolescencia, eso se convirtió en atracción, enamoramiento, roces y juegos
sexuales. Y en 2007 se volvieron pareja en serio, por iniciativa de Tom de
hecho. Tom da una imagen muy diferente de lo que es: él es sensible, frágil
—sí, frágil, lo repito una vez más—, dependiente… dependiente de Bill. Para él,
Bill era —sí, escribí “era”— todo, el centro de su mundo y de su vida. Y se
entregó a él en todos los niveles, Bill lo protegía, lo mimaba, Tom se entregó
a él incluso sexualmente, y se confiaba a Bill por completo —aunque Tom siempre
ha tenido sus ataques caprichosos y su melancolía—, incluso desafiando a
Simone, cuyo cariño y aprobación era más importante para Tom que para Bill.
Pero a mediados de 2011 Tom supo que Bill había besado a una mujer en su visita
a LA (antes de que se mudaran allá) y a finales de 2011 se enteró de que Bill
le había mentido con lo de solo haberla besado y que le había sido infiel en
agosto de 2010, teniendo sexo con Verina Marcel, una modelo mucho mayor que él.
Tal vez no parece tanta la afrenta, pero para
Tom lo fue, y hay que entenderlo, porque él siempre fue un niño y luego un
joven con miedos, con vergüenza de su cuerpo poco masculino, y para el que
asumir lo que sentía por Bill, de su mismo sexo, y además su hermano, fue muy
difícil. Pero asumió que enfrentaría todo por estar con Bill porque para él
Bill era su centro, su roca, su lugar seguro, el Yang para su Ying, su
complemento, con quien podría encerrarse en una burbuja y aislarse de todo lo
que pudiera hacer daño; así que saber lo que Bill había hecho, y especialmente
cómo lo había engañado y manipulado, fue una desilusión muy grande. Y su
primera reacción fue apartarse de Bill, pero su dependencia no le permitió
hacerlo, así que regresó a vivir con Bill aunque su relación de pareja estaba
quebrada.
A
partir de entonces, solo puedo especular qué ha pasado con Ria, Shermine y
Heidi. Posiblemente ellas sí fueran —en el caso de Heidi, aún es— las salidas
de Tom a ese sufrimiento terrible que le causó ser traicionado por Bill —remito
una vez más a la letra de “Covered in gold”—, posibilidades de encontrar la
felicidad en otra parte, de no depender tanto emocionalmente de Bill. No
obstante, opino que sigue cediendo a Bill, siendo pareja con Bill, aunque tal
vez ya no con la exclusividad de antes, de una manera más abierta y libre.
Igual
puede todo solo sea circo PR y no haya sentimientos involucrados con esas
mujeres; quién sabe.
El
hecho es que no parece que Tom haya tenido éxito en su búsqueda, porque su
tristeza, su depresión, siguen ahí, dentro de él, y es por eso que muchas
personas notan algo que viene de dentro de él y lo amarga; y sí, es la
imposibilidad de volver a estar con Bill como antes, de volver a confiar
ciegamente en él, de entregarse a él por completo y cerrarse al resto del
mundo.
Y
Bill, pues creo que él también intenta encontrar algo más, algo o alguien nuevo,
pero tampoco lo logra: Tom es su único y gran amor. Al final, ellos siguen
atados el uno al otro, sin poder evitarlo, a pesar de que ya no de la forma
ideal que adoramos en ellos antes… pero aún está ahí el amor y la pasión entre
los dos.