Con los Kaulitz nada es al azar, nada es casual, ellos siempre tienen en mente decir algo más, esconder mensajes (especialmente Bill), a veces muy evidentemente, a veces de modo subliminal..
Aún no hemos logrado esclarecer si esta vez el mensaje fue hecho con una intención especial, twincest, pero sí tenemos seguridad en que hay un mensaje.
Veamos: Bill sostiene un CD que se venderá en el tour, el cual lleva en una de sus portadas a Bill, con Melancholic Paradise y en la otra portada a Tom, con When it rains it pours... Pura promoción? No, el modo en que muestra ambas imágenes en el CD hace pensar en a quién corresponde la voz y la intención de cada canción.
Bill: Melancholic Paradise para Tom ?
Tom: When it rains it pours para Bill ?... O viceversa ?
De paso, nos recuerda que ambos son uno, que, espalda con espalda, son como el mítico ser que era dos en uno (en el Banquete de Platón, el Mito del Andrógino*) y que el universo de ellos dos unidos en uno es el que anima a Tokio Hotel, y sin esa unión no habrían canciones ni música para la banda, para que los Gs los apoyen tocando esa música y sintiéndose empáticos con el amor que une a sus mejores amigos.
Esta imagen, que es base de toda la promoción del nuevo tour, del EP, quizás hasta del nuevo álbum que saldrá en otoño, expone esos códigos mitológicos ( y no dudemos que los Kaulitz los conocen, especialmente Bill), además de expresar ese lenguaje corporal que grita amor y entrega: Bill se recarga en Tom, se extasía con su roce, se mezcla, literalmente se funde en él, cubre a Tom, quien se deja hacer como siempre, dejándose proteger y cobijar en la fuerza de su Otra Parte, su Otra Mitad.
*Mito del andrógino
Tres eran los sexos de los hombres, no dos como ahora, masculino y femenino, sino que había además un tercero que era común a esos dos, del cual perdura aún el nombre, aunque él mismo haya desaparecido. El andrógino, en efecto, era entonces una sola cosa en cuanto a figura y nombre, que participaba de uno y otro sexo, masculino y femenino, mientras que ahora no es sino un nombre que yace en la ignominia.
(....)
La figura de cada individuo era por completo esférica, con la espalda y los costados en forma de círculo; tenía cuatro brazos e igual número de piernas que de brazos, y dos rostros sobre un cuello circular, iguales en todo; y una cabeza, una sola, sobre estos dos rostros, situados en direcciones opuestas, y también cuatro orejas, dos órganos sexuales y todo lo demás según puede uno imaginarse de acuerdo con lo descrito hasta aquí.
(...)
Eran tres los sexos y de tales características por la siguiente razón: lo masculino era un principio descendiente del sol, lo femenino de la tierra, y lo que participaba de ambos de la luna, porque también la luna participa de lo uno y lo otro.
(...)
Eran, pues, terribles por su fuerza y su vigor y tenían gran arrogancia, hasta el punto de que atentaron contra los dioses.
(...)
Entonces Zeus y los demás dioses deliberaron lo que debían hacer con ellos, (...) Al fin Zeus tuvo una idea y dijo: "Me parece que tengo una estratagema para que continúe habiendo hombres y dejen de ser insolentes, al hacerse más débiles. Ahora mismo, en efecto —continuó— voy a cortarlos en dos a cada uno, y así serán al mismo tiempo más débiles y más útiles para nosotros, al haber aumentado su número.
(...)
Así pues, una vez que la naturaleza de este ser quedó cortada en dos, cada parte echaba de menos a su mitad, y se reunía con ella, se rodeaban con sus brazos, se abrazaban la una a la otra, anhelando ser una sola naturaleza, y morían por hambre y por su absoluta inactividad, al no querer hacer nada los unos separados de los otros.
(...)
Desde hace tanto tiempo, pues, es el amor de unos a otros innato en los hombres y aglutinador de la antigua naturaleza, y trata de hacer un solo individuo de dos y de curar la naturaleza humana.
(...)
Nadie, en efecto, podría creer que lo que pretenden es la unión de los placeres sexuales, y que es ese precisamente el motivo por el que el uno se complace en la compañía del otro con gran empeño. Al contrario, el alma de cada uno es evidente que desea otra cosa que no puede decir con palabras, sino que adivina lo que desea y lo expresa enigmáticamente.
(...)
El anhelo y la persecución de ese todo recibe el nombre de AMOR...
Tres eran los sexos de los hombres, no dos como ahora, masculino y femenino, sino que había además un tercero que era común a esos dos, del cual perdura aún el nombre, aunque él mismo haya desaparecido. El andrógino, en efecto, era entonces una sola cosa en cuanto a figura y nombre, que participaba de uno y otro sexo, masculino y femenino, mientras que ahora no es sino un nombre que yace en la ignominia.
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La figura de cada individuo era por completo esférica, con la espalda y los costados en forma de círculo; tenía cuatro brazos e igual número de piernas que de brazos, y dos rostros sobre un cuello circular, iguales en todo; y una cabeza, una sola, sobre estos dos rostros, situados en direcciones opuestas, y también cuatro orejas, dos órganos sexuales y todo lo demás según puede uno imaginarse de acuerdo con lo descrito hasta aquí.
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Eran tres los sexos y de tales características por la siguiente razón: lo masculino era un principio descendiente del sol, lo femenino de la tierra, y lo que participaba de ambos de la luna, porque también la luna participa de lo uno y lo otro.
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Eran, pues, terribles por su fuerza y su vigor y tenían gran arrogancia, hasta el punto de que atentaron contra los dioses.
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Entonces Zeus y los demás dioses deliberaron lo que debían hacer con ellos, (...) Al fin Zeus tuvo una idea y dijo: "Me parece que tengo una estratagema para que continúe habiendo hombres y dejen de ser insolentes, al hacerse más débiles. Ahora mismo, en efecto —continuó— voy a cortarlos en dos a cada uno, y así serán al mismo tiempo más débiles y más útiles para nosotros, al haber aumentado su número.
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Así pues, una vez que la naturaleza de este ser quedó cortada en dos, cada parte echaba de menos a su mitad, y se reunía con ella, se rodeaban con sus brazos, se abrazaban la una a la otra, anhelando ser una sola naturaleza, y morían por hambre y por su absoluta inactividad, al no querer hacer nada los unos separados de los otros.
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Desde hace tanto tiempo, pues, es el amor de unos a otros innato en los hombres y aglutinador de la antigua naturaleza, y trata de hacer un solo individuo de dos y de curar la naturaleza humana.
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Nadie, en efecto, podría creer que lo que pretenden es la unión de los placeres sexuales, y que es ese precisamente el motivo por el que el uno se complace en la compañía del otro con gran empeño. Al contrario, el alma de cada uno es evidente que desea otra cosa que no puede decir con palabras, sino que adivina lo que desea y lo expresa enigmáticamente.
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El anhelo y la persecución de ese todo recibe el nombre de AMOR...
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